En Jungle Speed tienes que quedarte sin cartas.

No hay tiempo para pensar. Enseña tu carta y no des oportunidad a los demás. ¿Ya hay otra figura tribal idéntica en la mesa? Vuela a coger el Tótem. Si escuchas una carcajada, tu impaciencia te ha jugado una mala pasada, has perdido y otra vez a empezar: te llevas todas las cartas descubiertas por el resto de las manos durante la partida. Y no te enfades, el buen ambiente es esencial. Si no puedes evitar picarte, reta a las manos otra vez. Cuanto más corta sea la partida, más disfrutarás.

¿Te apuntas a jugar a Jungle Speed?

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